Carlos Álvarez

Con 16 años decidí convertir mi hobby en algo más y me puse a estudiar peluquería

¡Es increíble cómo pasa el tiempo! porque ya han pasado 20 años…
Mis padres tuvieron siempre un pequeño negocio familiar de alimentación y durante años combiné mis estudios con las tardes entre cajas, frutas, verduras y demás. Terminé mis estudios de peluquería y decidí cambiar de aires y empezar los estudios de higienista dental, sin embargo el mundo de la peluquería me volvió a atrapar y empecé a trabajar como peluquero a domicilio. Me convertí en proveedor de frutas y verduras por el día y en creador de sueños para mis clientas por las tardes y fines de semana.

Después de varios años decidí unir mis esfuerzos con la que es hoy mi mujer, Raquel y crear nuestro propio salón. Creo que hacemos un buen tándem, a ella le encantan los recogidos y a mí me gusta mucho más el mundo del color, los maquillajes y los cortes.

Amo esta profesión y es parte esencial de mi vida. No sabría determinar dónde empieza y acaba el Carlos persona y el peluquero.
Personalmente, me encanta compartir con todo el mundo mis inquietudes.

A veces veo el salón de peluquería como una pequeña jungla de vanidades a la que se acude para mejorar el aspecto en el menor tiempo posible. Donde los clientes suelen confundir al peluquero con un confidente, un psicólogo al que contarle todo tipo de intimidades y, además, pedirle consejo. Y todo por el precio de unas mechas o un alisado. Más de una vez me pregunto qué hacer ante ese uso de peluquero-confidente-psicólogo ¿estaré preparado yo para eso?

Por naturaleza soy una persona extrovertida, positiva y siempre trato de dar un enfoque positivo a lo que me consultan mis clientas y aguantar…porque a veces toca aguantar el malhumor, los caprichos y las excentricidades de algunas, otras no me callo. ¡Cuántas veces mis clientas acuden al salón en busca de alguien que las escuche, que las comprenda, que les dé un poco de cariño y de paso que las deje guapas! Tengo claro que eso forma parte de la profesión… esa parte humana unida a los tintes, las mechas y las tijeras.

Si hay algo que me define es que soy muy inquieto, me mueve las ansias de explorar, de aprender y de experimentar… así empecé a trabajar en varias cadenas de televisión como maquillador y hace 3 años como técnico para Kosei profesional. Esto ha sido una gran aventura que me ha permitido asistir a numerosas ferias para mostrar a los demás profesionales cómo funcionan nuestros productos. Me encanta formar parte de un gran equipo de profesionales, de conocer desde el fondo la creación de un producto cosmético, de testarlo, de cambiarlo hasta dar con la mejor fórmula.
Desde aquí me encantará compartir contigo mis experiencias y recibir las tuyas
¡Un saludo!
Carlos